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SENSIBILIDADES ACTUALES QUE PUEDEN AYUDAR A ILUMINAR LAS ACTITUDES DEL SACERDOTE HOY

Michel Winock es un profesor francés en París y un gran analista de la situación actual de la cultura y de la sociedad. F. Lansac ha traducido y ha hecho un resumen de la entrevista que se le hizo a Winock en el periódico Le Figaro (2.10.2004)

•  Profesor, la noción de “intelectual comprometido”, ¿no ha perdido hoy su legitimidad?

La expresión “intelectual comprometido” me parece un pleonasmo en la medida en que la palabra “intelectual” designa precisamente aquél o aquélla que, habiendo adquirido una cierta reputación en el mundo del conocimiento o de la creación, echa mano de esta reputación para tomar parte en la escena pública. Es pues la figura del intelectual la que se cuestiona, aquella que ejercía antes una función de guía y hasta de profeta. Tenía su opinión sobre cualquier cosa o sobre casi todo. Los mass media lo reinventan, pero no tiene ya el prestigio de sus predecesores. Hay que aceptarlo.

•  El compromiso militante de los intelectuales, ¿tiene todavía un sentido en el mundo occidental donde la democracia ha llegado a ser consensuada?

Una vez enterradas las grandes ideologías y los historicismos, la beligerancia intelectual se ha hecho más modesta. No abarca ya la totalidad del mundo, sino hechos concretos y puntuales. Y es que hoy no se ve un gran “porvenir radiante”. Sin embargo, yo creo en un compromiso específico de los intelectuales, siempre necesario: el trabajo del pensamiento aplicado a “desencriptar” el sentido del mundo en el que vivimos . Y esto porque el intelectual crítico de antaño ha dejado espacio a un número considerable de grupos, de coaliciones, de asociaciones de todo género que saben llevar a cabo su propia campaña. Por otra parte, la democratización del discurso ha hecho de todo ciudadano, con capacidad de expresión, un intelectual potencial. Tenemos pues necesidad, según mi parecer, de menos intelectuales y más pensadores.