volver al menú
 

LA  ESCUELA LUGAR DE EDUCACIÓN
Y ORIENTACIÓN VOCACIONAL

 

José Sarasa San Martín *

INTRODUCCIÓN

        En el título de esta comunicación el término escuela lo referimos a la Escuela Católica, es decir aquel tipo de escuela cuyo proyecto educativo es un proyecto evangelizador. Por consiguiente, las reflexiones que siguen, sobre la escuela como lugar de educación y orientación vocacional, sólo se refieren a la Escuela Católica porque sólo a ella convienen en su totalidad.
        En efecto, creemos que, en general, el ambiente de la escuela estatal no es considerado como lugar apropiado para una educación y orientación vocacional porque "resulta extremadamente ardua la elaboración de un proyecto educativo que prevea una acción mancomunada de los docentes y de las familias sobre los mismos objetivos"(1) .
Puede darse el caso que en dicha escuela estatal esté permitida y de hecho se imparta la enseñanza religiosa, "una visión cristiana del mundo y de la vida, y contribuir de este modo a la orientación vocacional"(2) . Sin embargo, dicho marco escolar no lo consideramos en sentido pleno un lugar de educación y orientación vocacional ya que no tiene un proyecto educativo evangelizador y la labor de educación y orientación vocacional queda limitada al área de la enseñanza religiosa y al posible compromiso explícito o manifiesto de profesores creyentes.
        Sin embargo, la Escuela Católica, "coherente con la definición de ser escuela y de ser católica, posee una profunda visión cristiana del mundo; elabora un proyecto de cultura y de educación que, inspirado por la fe, tiende a crear una atmósfera evangélica; promueve una pedagogía de elección profesional y, en este marco propone con claridad los valores de los ministerios ordenados, de la vida consagrada y de la entrega misionera"(3) . ¿No está sugiriendo estas palabras que la escuela es un lugar de educación y orientación vocacional?
        Justamente este es el objetivo de los planteamientos y reflexiones que siguen: mostrar que la Escuela Católica, por su propia naturaleza, es, y tiene que ser, lugar de educación y orientación vocacional.

1.     IDENTIDAD DE LA ESCUELA CATÓLICA.
ESCUELA EVANGELIZADORA(4) .

        Creo que nadie pondrá en duda la naturaleza evangelizadora de la Escuela Católica que "encuentra su verdadera justificación en la misión misma de la Iglesia" (DRE 34)(5) . Los documentos eclesiales que han seguido al Concilio Vaticano II coinciden en reconocer a la Escuela Católica como "un medio privilegiado para la formación integral del hombre" (EC 8), que "entra de lleno en la misión salvífica de la Iglesia y particularmente en la exigencia de la educación de la fe" (EC 9); es "lugar de evangelización, de auténtico apostolado y de acción pastoral,... por la naturaleza misma de su misión, directamente dirigida a formar la personalidad cristiana" (DRE 33). Es decir, la Escuela Católica existe para evangelizar.
        Creo, igualmente, que nadie considerará la Escuela Católica como un medio pastoral de segundo orden ante la siguiente afirmación: "Pocos católicos tan calificados como el educador, para conseguir el fin de la evangelización, que es la encarnación del mensaje divino en la vida del hombre" (LCT 31).
        Ahora bien, la pastoral de la Escuela Católica tiene sus propias características, que le confieren su identidad específica en la Iglesia. Voy a referirme, de forma esquemática, a tres características que ordinariamente se suelen desarrollar al hablar del tema.
* Profética

        La Escuela Católica asume una función profética en el interior mismo de la cultura y en la iniciación cultural del joven. Se sitúa en la sociedad como signo de la presencia del Reino en el mundo de la educación y como fermento que transforma la masa desde los valores del Evangelio. El anunciar los valores del Reino sitúa a la Iglesia Católica en la obligación de denunciar los contravalores vigentes en la sociedad actual.

* Integradora.

        "El fin de la Escuela Católica es "conducir al hombre a su perfección humana y cristiana, y a su maduración en la fe. Para los creyentes en el mensaje de Cristo son dos facetas de una única realidad" (Juan Pablo II, cf. DRE 34). Su propio proyecto educativo ha de estar encaminado "a coordinar el conjunto de la cultura humana con el mensaje de la salvación" (DRE 100).
        "Desde su vocación integradora, la Escuela Católica debe ofrecer un proyecto coherente y global, evitando la dicotomía entre lo pastoral y lo educativo, pero también ha de evitar que su proyecto quede parcializado o reducido -en lo pastoral- a la suplencia de determinadas funciones que la parroquia no llegue a realizar. El proyecto pastoral de la Escuela Católica tiene sentido en sí mismo, y no ocupa ningún nivel secundario o de apoyo a otros proyectos pastorales, aunque deberá estar coordinado con ellos, en vistas a lograr la adecuada integración en el destinatario común"(6) .

* Iniciadora.

        En la sociedad moderna, la escuela es una institución "iniciadora" en el sentido antropológico de la palabra: se refiere por tanto a la formación de la identidad y a la introducción en la comunidad adulta. Cumpliendo con esta característica, la escuela cristiana se propone de manera especial formar la identidad cristiana de los que asisten a ella, desde una oferta de libre aceptación, y conducirlos hasta la plena incorporación a la comunidad cristiana. Por consiguiente, esta tercera característica de la Escuela Católica complementa a las otras dos subrayando el carácter de proceso y asegurando la dirección de todo el proyecto educativo.

        En resumen: En los documentos del magisterio ordinario de la Iglesia se reconoce a la Escuela Católica como lugar de catequesis -en sentido propio-, e incluso con afirmaciones tan rotundas como la del documento "La Escuela Católica": "Aun reconociendo que el lugar propio de la catequesis es la familia ayudada por otras comunidades cristianas, particularmente la parroquial, nunca se insistirá suficientemente en la necesidad y en la importancia de la catequesis en la escuela católica con el fin de conseguir la madurez de los jóvenes en la fe" (EC 51).


  1. EL PROYECTO EDUCATIVO PASTORAL

DE LA ESCUELA CATÓLICA.

        El proyecto evangelizador de la Escuela Católica se desarrolla fundamentalmente a través de dos instrumentos importantes: el Proyecto Educativo del Centro y el Proyecto  de Pastoral.

        2.1. El Proyecto Educativo y el Proyecto Pastoral, instrumentos del proceso evangelizador de la Escuela Católica.

        El Proyecto Educativo del Centro es el principal instrumento para la evangelización en la Escuela Católica. En él se concretan los principios y fines educativos que forman las señas de identidad del centro; y se formulan los objetivos y dimensiones que se propone desarrollar en la persona. En la Escuela Católica lo que define el proyecto educativo es "su referencia a la concepción cristiana de la realidad" (EC 33). "En el proyecto educativo de la escuela católica Jesucristo es el fundamento: El revela y promueve el sentido nuevo de la existencia y la transforma, capacitando al hombre a vivir de manera divina, es decir, a pensar, querer y actuar según el Evangelio, haciendo de las Bienaventuranzas la norma de su vida" (EC 34).
        El Proyecto de Pastoral "tiene como primera finalidad el promover el itinerario cristiano dentro del Proyecto Educativo global. Por tanto, lo más característico del Proyecto de Pastoral es la dirección que imprime a todo el proceso educativo, las líneas de fuerza que impulsan y orientan dicho proceso, haciéndolo avanzar como acción evangelizadora, garantizando la coherencia de la acción educativa con el Carácter propio del Centro"(7) .
        En segundo lugar, el Proyecto de Pastoral explicita el proceso de la Iniciación Cristiana a lo largo del proceso educativo, sea en colaboración con otras áreas, sea en lo que corresponde de forma directa a los agentes de pastoral. Para ello tiene en cuenta los distintos "niveles" que debe atender la evangelización en la escuela, según se especificará a continuación.
        A partir de aquí, y por referirnos a la Escuela Católica, en lugar de Proyecto Pastoral preferimos hablar de Proyecto Educativo Pastoral ya que, como acabamos de indicar, el Proyecto de Pastoral actúa dentro del marco global del Proyecto Educativo orientando y convirtiendo a éste en un proyecto intencionalmente evangelizador y promoviendo dentro del mismo un plan de Iniciación Cristiana.

2.2. Niveles del proceso evangelizador o de iniciación cristiana de la Escuela Católica.

        El proyecto evangelizador de la Escuela Católica se realiza a través de un proceso de iniciación cristiana. Lo característico de la iniciación cristiana desarrollada en la Escuela Católica es que se hace a través del proceso de iniciación global propio de la escuela, apoyándose en él y profundizando con la propuesta explícita de la fe lo que ya está planteado en aquél.
        De una forma un tanto convencional, podemos representarnos el proceso evangelizador o de iniciación cristiana de la Escuela Católica en tres niveles de profundización, atendiendo a la situación en que se encuentran los diferentes destinatarios respecto a la fe, pero también teniendo en cuenta las diversas facetas en que ha de madurar la personalidad. Nos referimos a cada uno de ellos de forma muy esquemática(8) .

        1º. La personalización.

Este primer nivel propone y cultiva un modo de ser y de estar en el mundo, un talante o estilo cristiano ante la vida, la sociedad y Dios mismo. Es la pedagogía "del umbral"(9) , en cuanto pone al hombre en camino: lo educa en aquellas dimensiones que le permiten profundizar en su propio misterio hasta llegar al umbral de la fe.

Su objetivo se centra en hacer pasar de una situación previa de pasividad en el mundo a una situación crítica y activa. Se realiza a través de la educación en valores. Y la estructura que facilita el logro de estos objetivos es, sobre todo, el ambiente escolar, particularmente, la disposición o actitud de los educadores, en las diversas actividades académicas y extra-académicas.

        2º. El diálogo fe-cultura.

La Escuela Católica, en este nivel, se propone dos tareas: la transmisión de una cultura abierta a las dimensiones espirituales, religiosas, cristianas; y la propuesta del sentido cristiano del mundo, del hombre y de la historia.

Así pues, este diálogo fe-cultura, comporta la evangelización de la cultura y la inculturación de la fe. Y la estructura principal, no la única, que dentro de la escuela Católica facilita esta doble tarea es la Enseñanza Religiosa Escolar.

        3º. La catequesis explícita de iniciación.
       
En este nivel se realiza la propuesta abierta de la fe cristiana y su profundización hasta llegar a la plena incorporación en la comunidad eclesial. Para ello, la Escuela Católica proporciona a los alumnos que aceptan la propuesta cristiana los medios necesarios para que puedan seguir profundizando y experimentando la fe, iniciándolos a la vida comunitaria, a la oración y a los sacramentos, al compromiso y a la vivencia del Evangelio en la vida diaria.

Esta catequesis explícita se realiza a través de todas las estructuras de la escuela, pero su núcleo o estructura principal se encuentra en el "grupo de profundización en la fe", donde se desarrolla el proceso catecumenal, y donde convergen o toman consistencia todos los otros elementos catequísticos que acabamos de citar. La comunidad cristiana del centro educativo será quien apadrine el proceso catecumenal.

3. EL PROYECTO EDUCATIVO PASTORAL DE LA ESCUELA CATÓLICA ASUME EXPLÍCITAMENTE LA EDUCACIÓN Y ORIENTACIÓN VOCACIONAL.

        Todos sabemos que la dimensión vocacional es constitutiva de la identidad cristiana, por consiguiente, connatural a la fe cristiana. De ahí que, en ningún proceso sistemático de catequesis se puede ignorar la dimensión vocacional.

        3.1. La educación y orientación vocacional a través del proceso de identificación cristiana de la Escuela Católica.

        El Proyecto Educativo Pastoral de la Escuela Católica, tal como acabamos de describirlo, tiene, pues, que asumir explícitamente la educación y orientación vocacional de los jóvenes, y, en consecuencia, empeñarse en ayudar a cada alumno, a través de un acompañamiento personalizado, a encontrar su vocación cristiana. Es en este contexto donde el Proyecto educativo Pastoral de la Escuela Católica tiene que prestar especial atención la promoción y acompañamiento de las vocaciones sacerdotales y consagradas.
        Ahora bien, la tarea de educación y orientación vocacional entra dentro del proceso de iniciación cristiana específico de la escuela Católica, se desarrolla a lo largo de dicho proceso, en todos sus niveles y a través de todas las estructuras de la escuela. Por consiguiente, no hay que caer en el error de limitar o circunscribir de forma exclusiva, dicha educación y orientación vocacional, al nivel de la catequesis explícita o al proceso catecumenal.
        Sin embargo, dentro del Proyecto de Iniciación Cristiana de la escuela Católica, hay momentos y estructuras en los que el planteamiento vocacional puede y debe realizarse de forma más intensa y sistemática. Por ejemplo, en la enseñanza religiosa escolar, en la que se educa y orienta vocacionalmente al presentar una visión cristiana del mundo, del hombre y de la historia. Pero es, sobre todo, a través del proceso catecumenal, en el que la debe de estar presente desde el comienzo hasta el final.

3.2. La educación y orientación vocacional a través del proceso catecumenal en la Escuela Católica.
        Vamos a ver, aunque sea muy brevemente, cómo el contenido nuclear de un proceso catecumenal es el seguimiento de Cristo, y cómo la dimensión vocacional está presente en los contenidos básicos de dicho proceso(10) .

        3.2.1. El seguimiento de Cristo, núcleo del proceso catecumenal.

        El seguimiento de Cristo podemos concretarlo en estas tres dimensiones: un camino e conversión, un compromiso progresivo por el Reino y una opción por la comunidad cristiana. Precisamente de este núcleo central del catecumenado ha de surgir y en él ha de apoyarse la pastoral vocacional. Veámoslo en cada una de las tres dimensiones que acabamos de citar.
        * El camino de conversión lleva a una actitud de discernimiento, de búsqueda de la voluntad de Dios.
        * El compromiso progresivo por el Reino de Dios conduce a una actitud de disponibilidad para participar en el plan de Dios, que es el proyecto de Jesús.
        * La opción por la comunidad cristiana se concreta en su construcción desde los diferentes carismas, ministerios y servicios que el Espíritu suscita en ella.

3.2.2. La dimensión vocacional en los contenidos básicos del proceso catecumenal.

        Si al proceso catecumenal le faltara la dimensión vocacional o fuera seriamente descuidada, el proceso quedaría a medio camino en sus objetivos. En efecto, los contenidos fundamentales de un proceso catecumenal exigen la dimensión vocacional para no perder una parte esencial de su sentido.
        Veamos el sentido de lo que afirmamos analizando muy brevemente la dimensión vocacional en los siguientes contenidos básicos del proceso catecumenal: Fe, Proyecto de vida, Reino de Dios, Comunidad cristiana.

        * Fe.
Si la fe es el encuentro entre Dios y el hombre, y la respuesta del hombre al encuentro con Dios, la proyección de la fe en la historia personal es el fenómenos llamado "vocación". En efecto, vocación es el encuentro de Dios con la persona concreta, en su particular situación histórica, y es la respuesta del hombre en sus circunstancias concretas.
Así, pues, desde esta perspectiva, "educar en la fe" se identifica con "educar en la vocación", es decir, educar para dar la respuesta histórica (en mi vida, mis circunstancias personales...) al don de la fe.

        * Proyecto vital.

La tarea del proyecto catecumenal es conducir al joven a la realización de un proyecto vital cristiana, en coherencia con su identidad cristiana. Y la vocación es aceptar el proyecto de Dios como proyecto del hombre, concretado en sus circunstancias personales e históricas.

        * Compromiso por el Reino.

"Educar en la fe" es lo mismo que hacer entrar a cada hombre a participar en el Reino de Dios y tomar parte activa en él. "Encontrar la vocación" es aceptar con el puesto concreto que Dios me tiene reservado en su Reino, como regalo y como compromiso al mismo tiempo.

        * Comunidad cristiana.

Entre vocación y comunidad se da una relación intrínseca: en la comunidad se descubre la verdadera naturaleza de la vocación cristiana y se desarrolla en sus peculiares carismas y servicios.

Así pues, "educar para la comunidad" equivale a educar para integrarse en ella de una forma dinámica y participativa, a través de los distintos ministerios, servicios y carismas mediante los cuales se edifica la Iglesia.

3.3. Sensibilización y orientación vocacional a profesores y padres.

        La preocupación por suscitar vocaciones es un deber de toda la comunidad cristiana. Por consiguiente, un trabajo importante de orientación vocacional de la escuela Católica consistirá en sensibilizar en la pastoral vocacional a los miembros de la Comunidad Educativa, especialmente a los profesores y a los padres, sobre todo, en la medida en que se implican en el Proyecto educativo Pastoral de la escuela.

        * Profesores:
En la Escuela Católica, donde la misión educativa cristiana es compartida por religiosos, sacerdotes y seglares, tiene que desarrollarse también una pastoral vocacional compartida, en la que se impliquen todos los educadores. Por eso, la escuela Católica se preocupará por fomentar en los educadores, y más especialmente en los que están directamente implicados en la educación de la fe (profesores de formación religiosa, animadores de grupos cristianos...), la responsabilidad de suscitar, proponer y acompañar las vocaciones, y entre ellas, las vocaciones sacerdotales y consagradas.
De aquí se sigue "la exigencia de dar una adecuada formación a los educadores de la fe, que les permita valorar la dimensión vocacional en la fe cristiana y el sentido de los diferentes carismas al servicio de la edificación eclesial(11) .

        * Padres:

Desde la preocupación por motivar y orientar a los padres para que, como primeros educadores de la fe de sus hijos, se impliquen lo más posible en la educación de los mismos y en su proceso de iniciación cristiana, la Escuela Católica también tiene que preocuparse por sensibilizar y ayudar a los padres en la responsabilidad de la orientación vocacional de sus hijos, y especialmente en la relacionada con las vocaciones consagradas(12) .

3.4. Especial atención y dedicación a la promoción y acompañamiento de las vocaciones sacerdotales y consagradas.

        Como ya hemos señalado anteriormente, dentro de la educación y orientación vocacional que se realiza a lo largo de todo el proceso de iniciación cristiana, el Proyecto Educativo Pastoral de la Escuela católica tiene que prestar especial atención y dedicación a la promoción y acompañamiento de las vocaciones sacerdotales y consagradas.
        Todos comprendemos que esta especial atención y dedicación a la promoción y acompañamiento de las vocaciones sacerdotales y consagradas se debe fundamentalmente, entre otros, a los tres motivos siguientes :

        1. La importancia de estas vocaciones para la vida de la Iglesia.
        2. La dificultad que lleva consigo abrazar cualquiera de estas vocaciones.
        3. La situación de crisis por la que atraviesan dichas vocaciones.

        Y así, al hablar, en el apartado que viene a continuación, de las acciones de la pastoral vocacional, nos estamos refiriendo, aunque no exclusivamente, sí principal y preferentemente a la pastoral específica de las vocaciones sacerdotales y religiosas.

4. ACCIONES DE LA PASTORAL VOCACIONAL DENTRO DEL PROYECTO EDUCATIVO PASTORAL DE LA ESCUELA CATÓLICA.

        La Escuela Católica es lugar de educación y orientación vocacional sobre todo a través de estas tres grandes tareas o acciones de toda pastoral vocacional: suscitar, proponer y acompañar. Estas tareas no son fases que se suceden estrictamente, sino componentes que, con mayor o menor intensidad, se encuentran en toda tarea vocacional y que se llevan o se pueden llevar a cabo en el proceso de iniciación cristiana propio de la Escuela Católica.

4.1. Suscitar.

        El suscitar vocacional dentro del Proyecto Educativo Pastoral de la Escuela Católica comprende la creación de una serie de condiciones y la realización de una serie de acciones que tienden a que despierte, surja o se exprese la inquietud y la llamada vocacional.
        Una primera condición básica para el suscitar vocacional es la realización del proceso de iniciación cristiana propio de la Escuela Católica que:

* presenta la propuesta cristiana como un diálogo entre Dios que llama y el creyente que, individual y comunitariamente, le responde.
* proporciona a los alumnos que aceptan la propuesta cristiana los medios necesarios para que puedan seguir profundizando y experimentando la fe, iniciándoles a la vida comunitaria, a la oración y a los sacramentos, al compromiso y a la vivencia del Evangelio, especialmente a través del proceso catecumenal.

        Una segunda condición básica es la presentación explícita de la vocación al sacerdocio o a la vida consagrada. Esta presentación explícita de la vocación puede realizarse en la escuela Católica en diferentes momentos o estructuras y a través de diversas acciones:

* En la Enseñanza religiosa escolar: dentro de ciertos temas del programa oficial en los que se aborda o se puede abordar, de forma explícita la vocación al sacerdocio y a la vida consagrada.
* Catequesis vocacionales programadas para momentos especiales o fechas importantes y significativas: "Semanas Vocacionales", "Campañas vocacionales o misioneras", Jornada mundial de oración por las vocaciones, Día del Seminario...
        * "Celebraciones de fe", espacios de "reflexión y oración"...
        * "Testimonios y experiencias vocacionales"
* A lo largo del "proceso catecumenal" en las reuniones del "grupo cristiano catecumenal", convivencias, retiros, ejercicios espirituales, encuentros de oración...
        * Pascuas juveniles, Encuentros-Cursillos de verano, "Campos de trabajo"...
* En los "Encuentros personales": tutoría personal, orientación personal, entrevista personal...

4.2. Proponer.

        A medida que un muchacho/a va respondiendo a la acción del "suscitar", se va haciendo posible destinatario de una propuesta vocacional. La propuesta vocacional en sentido propio y restringido es: la invitación personalizada a plantearse la posibilidad de una llamada del señor a tal vocación específica. Su aceptación supone situarse en una actitud de apertura y de discernimiento vocacional(13) .
        La propuesta vocacional requiere el conocimiento del sujeto y tiene su ámbito más propicio en el acompañamiento personalizado. Ambas condiciones se dan, o se pueden dar, en el proceso de iniciación cristiana propio de la escuela Católica.
        Respecto al cuándo realizar la propuesta vocacional se suele insistir en tener muy en cuenta tanto la edad como los momentos significativos dentro del proceso. Es claro que a este respecto constituyen una gran ayuda las posibilidades que nos proporciona la escuela Católica. En efecto, respecto de la edad se suele recomendar el cuidar los "momentos sensibles", es decir, hacer la propuesta vocacional: al final de la preadolescencia, de una manera amplia; y al final de la adolescencia y comienzos de la juventud, de una manera directa.
        En relación con los momentos significativos para realizar la propuesta vocacional se pueden señalar los siguientes (algunos de estos se han citado en la acción del "suscitar"):

        * En la entrevista personal
        * En momentos de contacto con testimonios vocacionales...
* En el proceso catecumenal": en la reunión del grupo cristiano o catecumenal: durante la reflexión sobre algún tema referido a la vocación consagrada, los marginados, los profetas, testigos del reino...En "momentos fuertes" de dicho proceso catecumenal: convivencias, retiros, Pascuas juveniles, encuentros de oración y de orientación, campos de trabajo...

4.3. Acompañar.

        La tarea del acompañamiento comienza en el momento en que el muchacho/a ha aceptado la propuesta vocacional. La función del acompañamiento es múltiple: animar, sostener, motivar, exigir. Pero, ante todo, acompañar significa ayudar a discernir. También esta función del acompañamiento se realiza, o se puede realizar, en el marco pastoral de la Escuela Católica.
        Como estructuras importantes para el acompañamiento vocacional dentro de la escuela Católica, especialmente para la función del discernimiento, quiero destacar, entre otras, las siguientes:

* La entrevista personal: Importante en todo el proceso de fe y vocacional, pero indispensable para un buen discernimiento vocacional.
* El grupo cristiano y el grupo vocacional. El grupo vocacional no reemplaza al grupo cristiano o catecumenal, sino que complementa la labor de éste en el aspecto vocacional.
        * Encuentros específicos de discernimiento vocacional.

        Al final de nuestra comunicación, y a modo de resumen-conclusión, recordamos que hemos visto cómo el Proyecto Educativo Pastoral de la Escuela Católica, en su proceso de iniciación cristiana, asume explícitamente la educación y orientación vocacional, desarrollando todo un plan de pastoral vocacional dentro de la propia escuela. Lo cual nos permite afirmar con seguridad y convencimiento que la Escuela Católica es lugar de educación y orientación vocacional.


* Hno. José Sarasa, F.S.C. Visitador auxiliar del distrito de Bilbao. Comunicación para el Congreso europeo de vocaciones (Roma -mayo - 1997).

1. Cf. Documento de trabajo del Congreso de vocaciones sacerdotales y religiosas, n.67, Roma, 5-10 de mayo, 1997

2. Cf. Documento conclusivo del II Congreso Internacional de Obispos y otros responsables de las vocaciones eclesiásticas, n. 45, Roma, 10-16 de mayo, 1981

3. Ibid., n.45. Cf. Congregación para la Educación Católica, "La Escuela Católica": 8.12.34-36.45-47.60-63, 19 de marzo 1977.

4. En este punto sigo el enfoque y la estructuración que la FERE ha hecho suyos a través del documento: "La Pastoral de la Escuela Católica" (febrero, 1994).

5. Las siglas que se utilizan se corresponden con los siguientes documentos. EC: La escuela Católica (1977). LCT: El laico católico testigo de la fe en la escuela (1982). DRE: Dimensión religiosa de la educación en la escuela católica (1988).

6. Cf. "La Pastoral de la Escuela Católica", p. 31, FERE, Madrid, 1994.

7. Cf. "La pastoral de la Escuela Católica", n. 22.1., FERE, Madrid, 1994.

8. Para el desarrollo de las ideas que exponemos a continuación, véanse los dos artículos de Fr. COUDREAU, sobre "El proyecto educativo de la enseñanza católica", Boletín de FERE, separatas del n. 259 (mayo, 1983) y del n. 331 (enero, 1990).

9. La expresión "pedagogía del umbral" es de Fr. COUDREAU. Cf. Los artículos citados en la nota anterior.

10. El desarrollo de los planteamientos que siguen pueden encontrarse en: "Entronque de la Pastoral Vocacional con la Pastoral Juvenil", Revista de Pastoral vocacional "Todos Uno", n.103, Julio-Septiembre, 1990, pp. 15-21.

11. Cf. "El Hermano en el contexto de la misión compartida", Cuadernos Lasalianos n. 5, CVS, Valladolid, p. 76.

12. Cf. Gaudium et Spes 52 y Familiaris Consortio 53 , 65 y siguientes.

13. En este apartado sigo los contenidos y el planteamiento de "El paso al acompañamiento vocacional", Revista de Pastoral Vocacional "Todos Uno", n. 103, Julio-Septiembre, 1990, pp. 34-35.