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ETAPA II: APTITUDES VOCACIONALES

JUAN CARLOS MARTOS

CONTENIDOS

 

 

  1. INTRODUCCIÓN

 

La idoneidad de los candidatos ha de estar fundamentada en argumentos positivos que puedan garantizar su fidelidad. Los signos positivos, sin ser necesariamente extraordinarios, deben presentar una cierta relevancia en la perspectiva de la vocación. Los candidatos deben demostrar en la vida que poseen de una manera eficiente las aptitudes necesarias para vivir adecuadamente la vocación. Teniendo en cuenta la edad de los candidatos y el momento en que se encuentran en su itinerario vocacional, la idoneidad positiva debe superar la simple suposición, la mediocridad, la incertidumbre o la duda. Si el discernimiento repetido da como resultado la duda seria, hay que desaconsejar la incorporación. La idoneidad de los candidatos hay que discernirla adecuada­mente, pues los signos vocacionales están a veces en la persona de una manera germi­nal.

 

  1. UNA DEFINICIÓN

 

Una definición de lo que entendemos por "aptitudes" podría ser ésta: Son las CAPACIDADES o HABILIDADES que tiene una persona para realizar una TAREA determinada o un conjunto de TAREAS (en nuestro caso en el orden de la vocación) y que le van dando seguridad, gratificación y deseo de mejora en la realización de la misma.

 

  1. CARACTERÍSTICAS DE LAS APTITUDES

 

    • Una las tiene ya logradas porque se han ejercitado. Otras se tienen en potencia ya que no han comenzado a desarrollarse porque nadie ha ayudado a la persona a desarrollarlas.

 

    • En el desarrollo de las aptitudes intervienen:

 

  • El proceso de socialización que influye en el desarrollo de la persona (vida familiar, escolar, ambiente, catequético...).
  • Los condicionamientos de tipo orgánico o de temperamento.
  • Los intereses personales desarrollados a lo largo de la vida, es decir, el proyecto de vida que va concretando cada uno.

 

    • Debemos tener en cuenta que las aptitudes van dando a la persona seguridad, gratificación y deseo de mejorar. Estos son datos a tener en cuenta para ver si esa vocación se da. Si una persona es capaz de vivir en fidelidad, aunque esto cueste y sea doloroso, y de vivir esto con alegría, es una señal positiva. Pero hemos de tener cuidado y evitar el peligro de quedarnos tranquilos en esa misma seguridad y gratificación.

 

    • Además, hemos de darnos cuenta que la persona es una realidad dinámica, que cambia y crece, y va desarrollando sus potencialidades, las cuales van pasando a actos. Esto está relacionado con la capacidad de crecer y cambiar que tiene el ser humano; todo esto dependerá mucho de si es una persona rígida e inmóvil o, por el contrario, es una persona flexible y en crecimiento. Hemos de darnos cuenta que esta capacidad de cambio está relacionada con la capacidad de conversión que tiene la persona. Es importante que este cambio lo haga la persona desde una obediencia crítica donde se da al mismo tiempo el "tener un corazón de discípulo" y "fidelidad a ser lo que uno mismo es"; esto exige ser fiel a lo esencial e importante y flexible en lo que es secundario.

 

    • No hay aptitudes "innatas” (que ya vienen dadas por naturaleza), sino que están por desarrollarse; este crecimiento se consigue por dos caminos:

 

  • Por imitación cuando nos fijamos o copiamos de otros.
  • Por ensayo y error cuando repetimos sistemáticamente una serie de actos con deseo de superarnos; esto supone un ejercicio constante y consciente y exige una evaluación continua.

 

    • Hemos de mantener una actitud moderadamente exigente que vaya ayudándonos a crecer en las aptitudes, pero evitando una excesiva angustia.

 

  • ALGUNAS APTITUDES QUE INDICAN LA EXISTENCIA DE LA VOCACION

 

Las aptitudes que señalamos a continuación son "puntos de llegada". Esto quiere decir que suponen un camino de maduración personal hasta conseguirlas, una decisión de apertura y deseo de asumirlas e interiorizarlas por parte de la persona. No pensemos que se ha de partir de aquí para plantearse el tema vocacional o que son aptitudes ya conseguidas. Necesitan un camino de desarrollo. Veamos cuales son:

 

    • EXPERIENCIA DE DIOS

 

  • Capacidad de interioridad, de silencio y reflexión, de búsqueda de la verdad.
  • Capacidad de ir desarrollando la propia fe.
  • Saber encontrar a Dios como Amigo y Padre en la propia historia y en los acontecimientos de la vida.
  • Capacidad de llevar a Dios al propio ambiente (familia, amigos...).
  • Aceptación de la Iglesia.

 

    • VIVENCIA DE LA FRATERNIDAD

 

  • Conocimiento y aceptación de sí mismo como base para conocer y aceptar a los demás.
  • Generosidad, disponibilidad, colaboración, servicio, valoración del bien común antes que el bien particular.
  • Capacidad de alegría (sentido gozoso de la vida).
  • Sentido de responsabilidad.
  • Capacidad de compartir lo que se es y se tiene.

 

c.  SERVICIO APOSTOLICO

 

  • Capacidad de entusiasmo y de optimismo.
  • Constancia
  • Capacidad de entrega y de sacrificio a un proyecto.
  • Ilusión y ganas de evangelizar.
  • Destrezas para el trabajo en equipo.
  • Indicios de celo apostólico.

 

  • COMPROMISOS EVANGELICOS

 

    • Castidad

 

  • Equilibrio emocional y afectivo.
  • Trato normal y correcto con personas del otro sexo.
  • Capacidad de entablar relaciones interpersonales.
  • Apertura y capacidad de compartir con otros los propios sentimientos.
  • Capacidad de caminar hacia una entrega total y radical en una actitud de alegría.
  • Capacidad para la solidaridad y la soledad.

 

    • Pobreza

 

  • Reconocer las limitaciones personales y la necesidad de ayuda de los demás.
  • Capacidad de dar y de recibir.
  • Capacidad de aceptación a situaciones difíciles y no agradables o carencias y vivirlo con alegría.
  • Disponibilidad y desprendimiento.
  • Sentir la necesidad de Dios.

 

    • Obediencia

 

  • Capacidad de cambio.
  • Disponibilidad ante Dios y ante las necesidades de los hombres.
  • Obediencia y docilidad crítica.
  • Aprender a escuchar.
  • Búsqueda de la voluntad de Dios en los acontecimientos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

INTERVENCIONES PEGAGÓGICAS

 

Esta ficha va dirigida a los que están realizando un proceso de clarificación vocacional, en orden a conocerse más y ver si sus cualidades personales se ajustan al proyecto vocacional que se busca. Antes de entregarlo, el acompañante debe revisarlo y adecuarlo según las exigencias concretas del propio carisma (por ejemplo, no se requiere las mismas cosas para una vocación sacerdotal, para una contemplativa, para una matrimonial...)

 

LECTURA Y ASIMILACIÓN DEL DOCUMENTO

 

  • Leer atentamente el documento. Aclarar las palabras o expresiones que no se entiendan o se ignore su significado en el contexto. Después ir señalando con un lápiz:

 

    • Lo que no entiendes (¿)
    • Lo que te parece que sobra (+)
    • Lo que falta, según tu opinión (-)
    • Lo que subrayas como más importante de todo (_)

 

  • Indica tu primera impresión ante el documento. Todo se debe entender desde la primera parte del documento, para no moralizar.

 

TRABAJO PERSONAL POR ESCRITO

           

        • Relee el texto, subraya lo que creas importante para ti y aún no las tienes asimiladas. ¿Qué podrías hacer para irlas adquiriendo?

 

        • Acércate al texto desde tu propia vida y examínate acerca de ellas. Puedes seguir el siguiente método:

 

  • Señala las que te parezcan más importantes. Di el por qué.
  • Indica las creas que no lo son tanto. Di también el por qué.
  • Señala las aptitudes que creas haber conseguido ya en un grado suficiente.
  • Indica aquellas que siendo importantes no las tienes aún asimiladas.

 

        • Dialoga acerca de estos puntos con los animadores de la Convivencia o con tu "acompañante espiritual". Saca tus conclusiones personales.