LIBRO VOCACIONAL RECOMENDADO
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ÉLOI LECLERC

FRANCISCO DE ASÍS

Un hombre nuevo para una sociedad nueva

Ediciones Sígueme, Salamanca 2006, 224 páginas

 

Francisco, "el hombre del siglo que viene". Así le llama su primer biógrafo. Expresión que se puede repetir en cada siglo de la historia.

¿De dónde proviene la fuerza seductora de Francisco de Asís? ¿Cómo explicar la irradiación sin fronteras y en todas épocas de su figura?

Francisco de Asís fue el hombre de la vuelta al evangelio, el que rompió con el sistema político-religioso de su tiempo, y retornó al evangelio de la pobreza, de la fraternidad y de la paz..

De ahí que para comprender a Francisco haga falta, como nos dice el autor, estos dos aspectos de su personalidad: el hombre del retorno al evangelio y el suscitador de humanidad. Y esto se produjo en él porque Francisco redescubrió el evangelio en el camino de la historia de los hombres. Francisco leyó el evangelio con ojos nuevos, a la luz de las grandes cuestiones de su tiempo.

Por eso fue capaz de descubrir un rostro de Dios muy diferente al del poder secular de la Iglesia. Dios dejó de ser para él una trascendencia exterior y dominadora, un señor al estilo feudal, para hacérsele misteriosamente presente en nuestra historia, despojado de todo signo de poder, unido a lo má débil y pequeño que hay en el mundo de los hombres.

Pero esta experoencia de Dios y del evangelio que tiene Francisco no es un mero episodio en la hagiografía del cristianismo sino que posee un valor ejemplar y profético. Nos dice Leclerc que supuso un despertar en la Iglesia del siglo XIII y conserva todavía hoy su poder de renovación y de rejuvenecimiento. Así que bien podemos decir que en la vida de Francisco hubo tres elementos que contribuyeron a hacer de él el guía seguro y renovador que admiramos:

a) una rica naturaleza humana

b) el aliento evangélico

c) y la complicidad con el movimiento de la historia

Francisco descubre a Cristo humilde y pobre, que camina entre los hombres y les revela el amor del Padre. El ejemplo de Cristo se convierte en la gran luz de su vida y le sitúa en el camino que conduce a una verdadera fraternidad.

La profunda originalidad de Francisco no reside pues en la vida eremítica ni en el trabajo manual. Ni siquiera en la pobreza, considerada como una mera ascesis moral. Para Francisco es importante la pobreza porque ella se muestra como el camino recto que conduce a la fraternidad y a la comunión con todos los seres.

El autor termina preguntándose: ¿Cómo afecta la realidad de Francisco a nuestro tiempo? Hoy, como en tiempos de Francisco, las grandes llamadas parten del corazón de los pobres y de los pequeños. Estos hombres y mujeres son quienes llevan, en su carne martirizada y en su dignidad escarnecida, las verdaderas aspiraciones del hombre y el secreto del futuro del mundo. Por eso su pobreza, al igual que la pobreza de Cristo, le lleva a un itinerario espiritual de comunión con los más humildes y los más pobres. Se trata de una experiencia de comunión con la humanidad herida.

Recomendamos este buen libro de fácil lectura. Sin duda nos muestra con toda nitidez y fuerza los reclamos evangélicos de toda vocación.