7 DIAS DE MAYO volver al menú
 



HACE UN MES VISITÉ EL COTTOLENGO DE TURÍN. SEGÚN IBA RECORRIENDO LA INMENSA CIUDAD DE LA MISERIA HUMANA Y DE LA CARIDAD CRISTIANA, ME IBA SINTIENDO CADA VEZ MÁS CONMOVIDO: 7.500 PERSONAS DESVALIDAS ACOGIDAS CON AMOR POR RELIGIOSOS Y RELIGIOSAS. DE ESTAS ÚLTIMAS, 1.100 EN ACTIVO. * DE PRONTO PASAMOS FRENTE A UN GRAN EDIFICIO: ES AQUÍ, ME DIJERON, DONDE ESTÁN LAS RELIGIOSAS ANCIANAS O ENFERMAS QUE HAN DEDICADO SU VIDA EN LOS DIVERSOS «COTTOLENGOS» DEL MUNDO Y AHORA VIVEN OFRECIENDO SU ORACIÓN CONTINUA Y SUS SUFRIMIENTOS, UNIDOS A LA CRUZ DEL SEÑOR. ¿CUÁNTAS HAY?, PREGUNTÉ. MIL QUINIENTAS, ME CONTESTARON. ¿1.500? ¡INCREÍBLE! ENTONCES SE ME OCURRIÓ PREGUNTAR: ¿CUÁNTAS JÓVENES TIENEN EN EL NOVICIADO? UNA DOCENA, SE ME DIJO. PARA SUSTITUIR LAS 1.500 RETIRADAS Y LAS 1.100 EN ACTIVO, ¿UNA DOCENA? ESTO NO ES POSIBLE. HAY ALGO QUE NO VA. ME DIJERON QUE EL VOLUNTARIADO FUNCIONA BIEN. HAY PERSONAS, TAMBIÉN JÓVENES, QUE OFRECEN DESINTERESADAMENTE UN TIEMPO LIMITADO —UN MES, TRES MESES, UN AÑO— PARA TRABAJAR CON ESTOS MARGINADOS. PERO, POR LO QUE SE VE, ENTREGAR LA VIDA ENTERA ASUSTA. * LA VISITA TERMINÓ ANTE LA TUMBA DE SAN JOSÉ BENITO COTTOLENGO. ALLÍ PEDÍ VARIAS COSAS CONCRETAS E HICE UNA PROMESA DIFÍCIL. PROMETÍ, CUANDO SE ME PREGUNTARA POR LA JUVENTUD DE HOY, DECIR QUE NO ES GENEROSA, O POR LO MENOS QUE NO LO ES BASTANTE. SÉ QUE ES MUY DURO PARA NOSOTROS LOS MAYORES DECIR A LOS JÓVENES QUE NO SON BASTANTE GENEROSOS. PREFERIMOS, PARA QUEDAR BIEN CON ELLOS, REPETIR TÓPICOS Y LUGARES COMUNES SOBRE UNA PRETENDIDA GENEROSIDAD JUVENIL EXISTENTE MÁS EN NUESTROS DESEOS Y EN SUS PALABRAS QUE EN LAS REALIDADES CONCRETAS. * SÉ QUE AL DECIR ESTO ME CONDENO A UNA PROBABLE DESCALIFICACIÓN, PARADÓJICAMENTE MÁS POR PARTE DE LOS MAYORES QUE DE LOS JÓVENES. ¿POR QUÉ? PORQUE LAS FÁCILES PALABRAS SOBRE «LA GENEROSIDAD DE LOS JÓVENES DE HOY» SON TRANQUILIZANTES «PARA MAYORES». NOS HACEN OLVIDAR QUE ESTA JUVENTUD CON SUS FALLOS LA HEMOS ENGENDRADO NOSOTROS. * SÍ, LA JUVENTUD ES EL TIEMPO NORMAL DE LAS GENEROSIDADES Y HASTA DE LOS EXCESOS EN EL BIEN. PERO ¿QUÉ CRISTIANISMO HEMOS PRESENTADO A LOS JÓVENES? HEMOS ECHADO DEMASIADA AGUA DE RACIONALISMO AL VINO FUERTE DE LAS VERDADES DEL EVANGELIO; DEMASIADAS MEDIAS TINTAS ACOMODATICIAS A LAS EXIGENCIAS MORALES DE CRISTO; HEMOS DEVALUADO CON PRUDENTES RELATIVISMOS LA CONSIGNA DE CRISTO DE IR Y PREDICAR EL EVANGELIO A TODAS LAS NACIONES, BAUTIZÁNDOLAS. HEMOS SIDO COBARDES. NO NOS HEMOS ATREVIDO A PEDIR MUCHO. LOS JÓVENES —Y LAS PERSONAS EN GENERAL— SÓLO DAN MUCHO CUANDO ALGUIEN ES CAPAZ DE PEDIRLES MUCHO.- J. M. SALAVERRI


     Cuando, hace años, eligieron superior general de los marianistas al P. José María Salaverri le pedí que escribiera para esta publicación vocacional 7 días de su peregrinar por el mundo. No dijo que no. Tampoco que sí.
      Al recibir en 1985, tras una visita suya al Cottolengo de Turín, el texto anterior, pensé que se trataba del primero de los siete días. Me equivocaba. Porque muchos meses después llego esta carta:
     «Querido don Jorge: Ahí van los 7 días, escritos del 22 al 28 de mayo (de 1988). Todo lo que digo es auténtico. Espero le sirva. Si no, lo deja de lado».
     Sirve, P. Salaverri. Gracias por recordarnos que en esta vida no hay que contentarse con poco, sino que es posible, y se debe, tender a un alto ideal humano y cristiano para mejorar el mundo

J. S. V.


DOMINGO

     Presido la misa de 9 en la capilla de la casa generalicia. Como la parroquia de santa Catalina, a la que pertenecemos, no tiene templo propio, emplea las dos capillas de los dos generalatos del barrio: la de las hermanas de la Misericordia, más amplia, y la nuestra.
     Nos entendemos todos muy bien con don Aldo, el párroco, y le ayudamos en todo lo posible.
     Misa de 9: asiste mucha gente mayor. Los jóvenes van a la otra iglesia. Dos seminaristas marianistas «animan» (¡qué poco me gusta esta palabra!) la eucaristía. Uno toca la guitarra, entona los cantos... El otro, diácono, se encarga hoy de la homilía. Al final anuncia a la gente: «Dentro de un mes seré ordenado sacerdote; les pido que recen por mí para que me prepare bien y sea fiel». Se puede palpar el silencio, la gente está conmovida y hasta alguna lágrima asoma a los ojos. En el fondo esta gente mayor, un poco cansada, que participa poco, aprecia de verdad esta presencia joven. Creo que si se hubieran atrevido habrían aplaudido. Yo también me siento feliz de ver este relevo. Es cierto que son pocos, que cuando se dispersen por Europa va a tocar muy poco a cada país. Pero son una esperanza cierta.
     Como decía, yo presido este domingo. No me sucede con frecuencia, ya que me toca viajar, visitar las comunidades dispersas en 30 países del mundo. Siento con frecuencia que me falta un trabajo pastoral estable. Pero éste es mi trabajo, en el que mis hermanos me necesitan.


LUNES

     Sesión del consejo general. Durante este mes van llegando las peticiones para los votos perpetuos, ya que el superior general y su consejo deben ratificar la decisión de los consejos provinciales. Es la incorporación «definitiva» (suelo insistir que la palabra «perpetuo» significa para siempre; lo hago por si acaso... en estos tiempos nunca se sabe) al Instituto. Entre nosotros, es el momento en el que cada uno expresa sus deseos con relación a su futuro: ser sacerdote, ser hermano.
     Esta mañana hemos aprobado seis: entre ellos sólo uno ha expresado su deseo de sacerdocio. Y no por falta de capacidad: todos tienen sus estudios universitarios acabados, entre ellos uno es médico y ejerce en el Congo. Piensan que podrán servir mejor al Señor y a los hermanos siendo precisamente hermanos. ¡Qué pocos cristianos comprenden la vocación de hermano! No, no son gente que se quedó «a mitad de camino», como algunos creen. El Vaticano II dijo muy claramente: «La vida religiosa laical, tanto de varones como de mujeres, constituye en sí misma un estado completo de profesión de los consejos evangélicos». Uno de los seis cuenta que entró con la idea del sacerdocio, y cómo después de un serio discernimiento, se dio cuenta que serviría mejor al Señor siendo hermano.
     Es curioso leer las cartas de estos jóvenes de hoy pidiendo sus votos perpetuos. Son generalmente muy largas, en las que «se cuentan» ampliamente: sus ideas, su caminar, sus dudas, sus miedos y sus esperanzas. ¡Qué distintas de aquéllas de hace 40 años, breves y concisas, en las que expresábamos «el santo gozo» de poder entregarnos para siempre, solicitábamos «el favor inmenso» de ser admitidos, hacíamos notar «la impaciencia» de ponernos al servicio de María... Que conste que éramos tan sinceros como los de hoy. Una de las cartas termina así, con su punta de humor: «He rezado mucho a María. Pregunté si existía la advocación de Virgen de la vacilación; me dijeron que no, pero sí la de Virgen de la confianza. A Ella me he encomendado».


MARTES

     Me he dedicado esta mañana a leer documentos viejos. El próximo 12 de junio, el colegio marianista de Saint-Dié (Francia) celebra el 150 aniversario de su fundación. Habrá misa presidida por el obispo de la diócesis, pero la homilía correrá a cargo del superior general. He querido documentarme bien.
    Tengo delante de mis ojos la carta en la que nuestro fundador, el venerable Guillermo José Chaminade, acepta la solicitud hecha por el obispo de Saint-Dié. Precisa la noticia histórica de que dispongo: «Mons. de Jerphanion, un obispo con todas las cualidades de un prelado del siglo XVII, sin tener ninguno de sus defectos». El P. Chaminade le promete que, para Todos los santos, tendrá la escuela deseada. Añade que a lo que no puede comprometerse, por ahora, es a abrir un noviciado en la ciudad episcopal, como lo deseaba el obispo. Al leerlo me he quedado pensativo. ¡Cómo han cambiado los tiempos!
     Me han pedido que en la homilía hable de las vocaciones. Lo haré con mucho gusto. No puedo olvidar que de Alsacia y Lorena han salido cientos de marianistas. Mons. Guillaume, obispo de Saint-Dié desde 1984, ha ordenado este año su primer sacerdote y ha asistido a los funerales de 30. Sí, hablaré de las vocaciones. Hay que sembrar, orar y fiarse del Dueño de la mies.


MIÉRCOLES

     Otra de las tareas de estos días es escribir a los religiosos que celebran algún jubileo: 25, 50, 60 años de vida religiosa o de sacerdocio. Un mensaje para todos y unas líneas personales para cada uno. Supone bastante trabajo, pero lo hago con muchísimo gusto.
     Este año tenemos un récord: el hermano Haegeli, alsaciano, celebra sus 80 años de vida religiosa, de los cuales 60 como misionero en el Japón. Es el decano de los marianistas con sus 97 años. Cientos de alumnos han pasado por sus manos en el colegio «Estrella de la mañana» de Tokio o en las otras «Estrellas» japonesas. El 25 de marzo pasado estuve en Tokio celebrando el centenario de la llegada de los marianistas al Japón. Eucaristía de acción de gracias en la catedral de Tokio; ocho obispos concelebraban. Allí estaba el hermano Haegeli en su silla de ruedas. Algunos de los concelebrantes eran antiguos alumnos suyos. ¡Qué aplauso más largo y emocionado se le tributó!


JUEVES

     Asuntos de rutina en el consejo, si se puede llamar de rutina cosas que influyen en la vida de las personas. Es evidente que «rutina» no quiere decir sin importancia, ya que la vida está tejida de tantas cosas que pasan desapercibidas, pero que le dan su importancia y su calidad. Concretamente hemos pensado cómo responder a dos documentos recientes. Uno de ellos la encíclica «Sollicitudo rei socialis». Otro, «Dimensión religiosa de la educación en la escuela católica». Ambos tan importantes para quienes nos dedicamos mayoritariamente al apostolado de la educación.


VIERNES

     Tengo una afición, un «hobby», como diríamos hoy. Todos tenemos nuestras debilidades. Resulta que colecciono reproducciones de la Anunciación: postales, láminas... ¡Tengo casi 700!
     En una de las reuniones comunitarias pasadas, alguien dijo: «Estamos en el año mariano. ¿Por qué no nos pones una pequeña exposición de lo que tienes y nos explicas un poco todo eso?» Acepté, y sin mucha preparación (el cargo no deja mucho tiempo para estas «frivolidades») he hablado ante mis 10 hermanos de comunidad, de forma muy elemental y sencilla, de la evolución de la representación del misterio de la Anunciación a través de los siglos, desde la sobria anunciación del Arenario de la catacumba de Priscila hasta el realismo mágico de Alfonso Ruano en el bello libro «María», recién publicado por ediciones SM.
    Cuánta variedad de estilos para intentar expresar este misterio de llamada divina y generosa respuesta humana: «He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra». Cuántas anunciaciones ha habido y sigue habiendo en el surco abierto por la de María. Espontáneamente me venían a la cabeza unas frases del diario de Faustino el 21 de octubre de 1959: «¿Qué vocación voy a elegir? ¿médico, químico, o seré tal vez sacerdote? La última es la que más me ha impresionado. ¿Me habrá elegido Dios?». Más tarde resumirá su decisión de hacerse religioso en estas sencillas palabras: «No ha habido otra palabra que la de Dios. Dios me ha dicho eso y yo he aceptado con mansedumbre». ¡Qué emocionante traducción de las palabras de María en un chico de 15 años!


SÁBADO

     Se me ocurrió a principios de año escribir una carta a todos los religiosos jóvenes. Una manera de estimularles, desafiarles, recordarles lo esencial. Voy recibiendo respuestas gota a gota...
     El otro día un superior general, todo fuego él, nos decía que los jóvenes de hoy son demasiado tranquilos, que prefería los del 68, que si la involución... Confieso que no me gusta comparar. Creo que lo mejor es tomar las personas como vienen e intentar darles lo que les falta, lo que necesitan.
     Hace dos años se ordenó un joven que tuve a mi cargo siendo formador, a mediados de los años 70. Me decía: «Pero, ¿cómo nos aguantabas, con la de tonterías que decíamos?». No creo que fueran tonterías. Cada generación tiende a expresarse a su estilo. A los mayores nos toca, no precisamente aguantarlos, sino darles con paciencia lo que parecen necesitar. A veces temo que quienes tanto hablan de involución sean gente anclada en el pasado. ¿Por qué esta manía de escaparse al pasado o al futuro?
     Todo esto viene a cuento porque hoy he recibido una respuesta que me ha hecho pensar. Aun a riesgo de ser un poco largo, copio unas frases: «Nos hablas de la necesidad de ser santos y nos dices: "No os preocupéis de la autorrealización que pone el centro en el yo". Llevo algún tiempo dando vueltas a esto. Hemos tenido este año dos cursillos sobre afectividad y sobre análisis transaccional. En los dos se nos insistía en la autoestima, en la autorrealización, para poder ser útiles a los demás... A mí no me convencía esto demasiado. No creo que a las personas de mi generación (al menos a mí) nos haga falta que nos estimulen a "mirarnos el ombligo". Ya estoy bastante centrado en mí; ya me estimo bastante; ya estoy suficientemente pendiente de mí como para que nos animen más...».
     Creo que tiene toda la razón. Lo verdaderamente importante no es estar atrás o adelante, sino salir de sí mismo y centrarse en Cristo. Quien lo consigue es siempre actual, nunca pasa de moda, porque lleva a todos una palabra siempre viva.

José María Salaverri


259 El traslado de los restos de Faustino a la capilla del Colegio del Pilar de Valencia, del que fue alumno tantos años, será una bendición para todos, será como una presencia silenciosa que velará sobre nosotros, y un continuo estímulo que nos recordará que en esta vida no hay que contentarse con poco, sino que es posible, y se debe, tender a un alto ideal humano y cristiano para mejorar el mundo.- J. M. SALAVERRI