SERVIR volver al indice
 

     Yo nunca llegaré a ministro de Educación. Ni a subsecretario. Ni a director general.
     Ni lo quiero.
     Pero... sí me gustaría mandar algo en ese ministerio durante 24 horas para regalar a todas las escuelas, colegios, institutos, universidades y escuelas profesionales un poster con estos versos de Gabriela Mistral, para que figurasen en todas las aulas de nuestra tierra.

Toda la naturaleza es un anhelo de servicio.
Sirve la nube,
sirve el viento,
sirve el surco.
Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú,
donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú,
donde haya un esfuerzo que todos esquivan, acéptalo tú.
Se el que aparte la piedra del camino,
el odio entre los corazones
y las dificultades del problema
El servir no es faena sólo de seres inferiores.
Dios, que da el fruto y la luz, sirve.
Pudiera llamársele así: el que sirve.
Y tiene sus ojos fijos en nuestras manos
y nos pregunta cada día:
¿serviste hoy?
¿a quién?
¿al árbol, a tu amigo, a tu madre?

     Y no daría ningún título a nadie sin antes examinarle bien sobre la activa de este verbo. La pasiva, no hace falta.