PROFETA volver al indice
 

     Según el diccionario de la Real Academia, que casi nunca se anda por las ramas, pero esta vez sí: «El que posee el don de conocer por inspiración divina las cosas distantes y futuras. / El que por algunas señales conjetura y anuncia acontecimientos futuros».
     Pues, no.
     Profeta en sentido estricto y propio es el-que-habla-en-lugar-de-otro.
     De la misma raíz (el verbo phemí: decir) proceden: afasia (sin habla), blasfemia (maldición), eufemismo (bien dicho, expresión suave de una cosa baja o inconveniente).
     Sucede que los que hablaban en lugar de Dios, para demostrar su misión, tenían a veces el don divino de predecir el futuro. De donde el significado accidental y secundario que la Real Academia recoge.

     Como el Señor «necesita tus labios para seguir hablando» tú eres —has de ser— profeta.
     Yo soy profeta,
     tú eres profeta.