DESALMADO volver al indice
 

     «Es un desalmado», repetía la mujer con voz para sus adentros, mientras las lágrimas surcábanle las mejillas.
     No pude, no supe detenerme, para serenarla un poco, para     tratar de ofrecerle un poco de consuelo a ella tan sola, tan inerme.
     Pero se me quedó clavada la palabra: desalmado. Quizás una de las palabras más monstruosas que existen. «Cruel», «inhumano», «falto de conciencia», explica el diccionario. Sí, esto y mucho más: sin alma.
     Tiene que ser horrible un hombre sin alma. Porque ¿qué es un animal sin ánima (alma)?: ¿sólo forma? ¡Animal sin razón y sin ánima!
     Se trataba de un caso límite, seguramente. Pero ¿no corremos el peligro de cierta desalmación, de que predomine en nosotros el cuerpo, la forma, a expensas del alma?
     No quiero ser un desalmado, ni grande ni pequeño.
     Que no se me escape el alma de mi almario, Señor.