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 Muchos, más de los que parece, tendrían que llamarse también Balua la. ¿Por qué la historia se repite tantas veces? Ser es escoger. Quien no se compromete, no existe.
Era bella, con esa belleza patética de las rosas que el sol empieza a cansar. Fue a África «huyendo», buscando «ser feliz», repitiendo sin palabras « ¡sólo se vive una vez; quiero vivir!» Significativo su diálogo con el doctor:
Doctor: Llegué. Minutos después, la primera intervención. Por la noche, los tam-tam extendían la noticia. Al amanecer empezaron a gritar mi nuevo nombre: N'chinda (el que corta bien).
Ella: ¿Y qué nombre me daría usted a mí?
Doctor: Balua la (la que no ha escogido todavía).
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