ANADSOPIREO volver al indice
 

     Uno de los verbos más maravillosos que conozco. San Pablo escribiendo a su discípulo Timoteo (2 Tim 1, 6) le dice: «anadsopirea» la gracia que posees, la del sacramento del Orden. Diríamos hoy: «sopla las brasas», reanímalas, reaviva, da vida al fuego para que no se apague.
     En vez de tanta propaganda insustancial o de tanto lamento estadístico, habría que montar un «gremio de sopladores de brasas». El sacerdote puede cansarse de ser bueno, es hombre al fin y al cabo. La vida santa de los cristianos ¡qué soplo tan eficaz de su sacerdocio!