GUIÓN LITÚRGICO Y VIGILIA VOCACIONAL

 

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MONICIÓN PREVIA
A LA CELEBRACIÓN


El Señor Jesús, a quien el Padre
del cielo ha resucitado, nos reúne
como ovejas de su rebaño en esta
celebración de la Eucaristía. Aquí lo
reconocemos como nuestro Pastor
y Guía, que se nos da como alimento
y nos invita. Él nos conoce a
cada uno por nuestro nombre, nos
guía y nos defiende, nos purifica en
su Sangre, y nos conduce a las
fuentes de agua viva.
Su Palabra es la única que vale
la pena escuchar: nos invita a la
conversión, nos consuela y anima,
nos llama a entrar por la Puerta,
que es Él, pastor y guardián de
nuestras vidas.
Oremos hoy con especial insistencia,
en esta Jornada Mundial de
Oración por las Vocaciones, para
que los llamados, escuchando la
voz del Pastor, respondan con la
misma alegría con que la Iglesia
celebra este IV domingo de las fiestas
de Pascua.


SALUDO INICIAL
El Dios de la vida, que ha
resucitado a Jesucristo y lo ha
hecho Pastor de su pueblo, esté con
todos vosotros.


ASPERSIÓN DEL AGUA
BAUTISMAL


Durante la cincuentena pascual
es oportuno comenzar la celebración
dominical con el rito de la bendición
y aspersión del agua. En este domin -
go tiene una especial significación
para subrayar la vocación bautismal.
El formulario se encuentra en elMisal
Ro mano. Es un gesto que vale la
pena realizar con ex p re s i v i d a d ,
pasando por toda la iglesia, mientras
se canta un himno bautismal.
Este rito introductoria sustituye el
acto penitencial.


MONICIÓN PREVIA
A LAS LECTURAS


Para sentirnos miembros auténticos
del Pueblo de Dios, miembros
del rebaño de Cristo, es necesario
escuchar la voz del Buen Pa stor.
Una palabra de vida, que es llamada
a reconocerlo Señor y Mesías,
v ivo y actuante en nuestra vida de
cada día, que nos orienta hacia los
pastos y las fuentes de la vida.
Abramos nuestros corazones a la
Palabra, a su llamada.


ALGUNAS SUGERENCIAS
PA RA L A H OMILÍA


1. YO SOY LA PUERTA (Jn 10, 1-10)
Es una imagen menos desarrollada
que la del pastor, pero es también
muy sugerente. Cristo es la puerta
para entrar en el rebaño, es la puerta
para entrar en el Reino, es la puerta
para llegar al Pa d r e .
”Por esta puerta hemos de entrar”,
afirmaba Santa Teresa. Entrar por esta
puerta quiere decir adaptarse a las
medidas de Cristo, asumir el espíritu
de Cristo, vivir según el estilo de
Cristo. Entrar por la puerta-Cristo significa
cristificarse, tener los mismos
pensamientos y los mismos sentimientos
que Cristo.
Para alcanzar a Dios tienes que
pasar por Cristo. Para pastorear el
rebaño de Dios tienes que pasar por
Cristo. Cuando Cristo te dé su aprobado,
su diplomatura, cuando ponga
en ti su firma y su sello, entonces
estarás capacitado para ser un buen
p a s t o r. De lo contrario serás un mercenario,
un impostor.
La puerta tiene varias tablas,
como la paciencia, la fortaleza, la
generosidad, la misericordia. Todas
estas tablas, bien integradas, suelen
tener forma de cruz. Anímate a pasar.
“Rema mar adentro”.


2. PARA ESTO HABÉIS SIDO LLAMADOS

Todos hemos sido llamados,
todos somos vocacionados, tenemos
una vocación. Por eso, en esta jornada
vocacional, lo primero que tenemos
que hacer es agradecer la llamada
del Señor.
Es un don grande que Dios se
haya fijado en ti y te haya llamado
por tu nombre. ¡El vocativo! ¡Qué
pena si nadie te llamara! No sabrí-
as quién eres ni para qué vales.
Cuando alguien te llama es porque
te quiere o porque te necesita.
Fíjate si un hombre es llamado por
una mujer; o si te llamara el presidente,
el rey, el Papa… Pues es Dios
el que te llama, por eso, porque te
quiere y te necesita.
Todos vocacionados por Dios
para esto: para que lo conozcas,
para que abras tu puerta a su amor,
para que le ofrezcas tus manos y tu
corazón, para “remar mar adentro”.
Toda vocación conlleva una
misión. Como el Padre me ha envia -
do, así os envío yo. Cristo nos envía a
trabajar en su mies, a remar mar
adentro. Nos envía a continuar su
misión. “dar buenas noticias a los
pobres, proclamar la liberación de
los cautivos y la vista a los ciegos”
(Lc 4, 18). Nos envía a prolongar su
misericordia, a luchar contra el mal,
a construir el Reino de Dios..


3. HAY CARISMAS DISTINTOS Y
HAY VOCACIONES VARIADAS


Hoy se pide por las vocaciones
de quienes quieren seguir a Cristo
de manera, no digo radical, porque
toda vocación cristiana lo es, sino
total y especialmente consagrada.
Es la vocación de los que quieren
estar más cerca de Cristo y más
tiempo con Cristo, de los que hacen
de su vida entera una ofrenda a
Dios y a los hermanos, de los que
no quieren vivir para sí, sino para
los demás. Es la vocación de los
que lo dejan todo y se hacen
pobres, para evangelizar a los
pobres; de los que entregan todo su
corazón a los hermanos, especialmente
a los más necesitados. Es la
vocación de los que quieren vivir
las bienaventuranzas y seguir el
Evangelio, sin glosa ni comentarios.
Es la vocación de los que quieren
hacer de sus vidas perenne oración
de alabanza a Dios. Es la vocación
de los que quieren “encabezar la
marcha del pueblo peregrino”.
Quien siente esta llamada tendrá
que dejar muchas cosas, pero gana la
perla preciosa. Quien vive este ideal
es luz poderosa en el mundo. Hay
que escuchar la llamada: “Duc in
altum” “ Rema mar adentro ” (Lc 5, 4)
¿Menos vocaciones es estos tiempos?
Quizá menos respuestas, porque
no se oye la llamada, entre tantos
ruidos; porque no se quiere oír,
entre tantas seducciones; porque no
se quiere seguir, entre tantas comodidades
y apegos. Por eso necesitamos
ora r. “Pa dre, conságralos en la ve r -
dad” (Jn 17, 17)
(Tomado de “Levántate.
Escucha. Camina”. Cuaresma
y Pascua 2005, pp. 226-228)


ORACIÓN DE LOS FIELES


El Señor, Buen Pastor, nos llama
y nos invita a entrar por la Puerta. Él
nos da el Espíritu para orar como
conviene y presenta nuestras plegarias
ante el Padre:

lOremos por los pastores de la
Iglesia:
Por el Papa, por nuestro obispo,
nuestros presbíteros y diáconos y
todo el pueblo santo encomendado
a su tarea pastoral. Roguemos al
Señor.
l Oremos por los que han respondido
afirmativamente a la
llamada al sacerdocio ministerial,
a la vida consagrada –en
los monasterios o en el
mundo–, y también por los que
están en las misiones:
Para que se sientan renovados
por el Espíritu Santo de Dios y se
c o nviertan en Evangelio vivo .
Roguemos al Señor .
l Oremos por las nuevas vocaciones:
Para que los monjes y las monjas,
los religiosos y las religiosas, y
los consagrados en institutos seculares
y misioneros vivan con alegría
su respuesta a la llamada del único
Pastor. Roguemos al Señor.
l Oremos por todos los hombres:
Por los gobernantes y los que
ejercen alguna responsabilidad a
favor de la paz, la justicia y el bien
común para que sirvan preferentemente
a los que más lo necesitan.
Roguemos al Señor.
l Oremos por nosotros, congregados
aquí por el Buen Pastor:
Para que sintiendo la urgencia
de ser santos en el ámbito familiar,
profesional y eclesial seamos todos
testigos fieles del Evangelio del
Reino. Roguemos al Señ o r.
E s c u cha, oh Dios, nuestras súplicas,
para que no falten en tu Iglesia,
fiel rebaño del Señor, las vo caciones
de especial dedicación en la dive r s idad
de ministerios y carismas. Por J.
N. S.


INVITACIÓN
A L A C OMUNIÓN


Éste es el Buen Pastor que da la
vida por su rebaño, el que se ofrece
como Cordero de Dios para quitar el
pecado del mundo.
Dichosos los invitados a la Cena
del Señor.


ALGUNOS CANTOS
E n t rada: Cristo resucitó. Aleluya .
(CLN A 13)
Aspersión: El agua del Señor. (CLN)
Salmo responsorial y A l e l u ya :
Propios
Presentación de ofrendas: Ven y
sígueme (CLN 412)
Comunión: Salmo 22 (CLN 538)
Antífona mariana: Regina coeli (gregoriano)
/ Reina del cielo (CLN 324).

1ª PARTE: “ESCUCHA”


Pretendemos en esta parte que
sea un momento de reflexión acerca
del valor del silencio para poder
escuchar de verdad nuestro mundo
y, junto con él, la voz de Dios que
nos llama, nos capacita para la
misión y envía a transformarlo, a
ser portadores de su salvación.


Ambientación


l Silencio o música de fondo
l Algún cartel con una frase alusiva
a la importancia del silencio.
l Imagen de María o un icono en
un lugar que se vea y que resalte. A
ser posible con luz tenue hasta el
final de la Vigilia en el cual se ilumin
ará completamente.


Monición de comienzo


l Se lee despacio, dejando breves
espacios de silencio entre cada
frase completa. Puede leerse entre
dos personas.
¡Escucha, porque es a ti
a quien hablo!
¡escucha porque hay algo
que me consume!
Deja por un momento
los ruidos vacíos.
Tú ya has descubierto que
lo que te ofrece el mundo
no llena tu vida,
olvida sus ambiciones de tener que
esclavizan al hombre,
olvida su codicia que sólo
pretenden someterte
olvida su voracidad porque no te
deja realizarte
y escucha porque hay gritos de
angustia que requieren tu atención,
¿es que no oyes al inmigrante
que se ahoga en el estrecho ?
¿es que no llega a ti la voz del joven
que se droga?
¿acaso no percibes el drama del niño
que muere de hambre?
¿acaso no te ahoga el silencio
del anciano olvidado?
¿ Por qué no escuchas sus gemidos?
Para el reloj de tu vida… y escucha
E s c u cha porque es a ti a quien hablo.
He pensado desde siempre en ti,
y mi llamada sólo se escucha
en el silencio.
Eternamente te amo,
pero mi amor sólo se experimenta en
la soledad de la amistad… que no
necesita palabras;
escucha, porque es a ti
a quien hablo;
pienso en ti,
he querido necesitar de ti
hoy escuch arás mi voz…
no tengas miedo.
Sígueme.


l Dejamos un breve espacio de
silencio y cantamos


l CANTO: “Yo siento Señor”
l Escuchamos la Palabra de Dios:
Vocación de Moisés
l SILENCIO PARA INTERIORIZAR
LA PALABRA


2ª PARTE: ALGUIEN
CUENTA CONTIGO


En un mundo en el que nadie
cuenta con los jóvenes queremos
decirles que nosotros contamos
con ellos porque Dios cuenta con
ellos. Están acostumbrados a que
todos les den órdenes, o a que no
se les tenga en cuenta para nada, o
a que se les mire con desprecio:
“déjalos, son jóvenes”. Nadie se ha
parado a reflexionar acerca de los
valores que poseen los jóvenes de
este siglo. Nadie se ha propuesto en
serio defenderlos ante los ataques
sutiles de la postmodernidad. Los
juzgamos desde fuera pero no los
tomamos en serio. Nosotros contamos
con ellos porque Dios cuenta
con ellos


Oramos juntos


Señor, tú me sondeas y me conoces
Señor, necesito de ti.
Cuenta conmigo
Son muchas las personas que me
rodean, pero nadie cuenta conmigo
de verdad
Nadie se preocupa de mí, porque
realmente nadie me conoce más
que tú.
Señor, tú me sondeas y me conoces
Señor, tú eres el único que me
conoce de verdad
Sabes mis defectos, pero te sirves de
ellos para manifestar tu grandeza
Conoces mis talentos, y descubro
que son un regalo tuyo
Sabes de mis ilusiones, porque eres
tú quien las derramas en mi corazón.
Señor, tú me sondeas y me conoces
Señor, quiero seguirte
Quiero caminar siempre contigo,
cueste lo que cueste
Tú cuentas conmigo, y ¡qué grande
es que Dios se fije en mí!
Quiero recorrer tus caminos, que
llevan hasta los hombres que sufren
y nadie escucha
Conociéndome a mí, te conocerán
a ti
Señor, tú me sondeas y me conoces


3ª PARTE: TÚ PUEDES,
¡RESPONDE!


l Texto de la Anunciación.
l Homilía
l Sugerencias para la homilía
l María mujer del silencio. Vive el
silencio de unmomento de la historia
de la Humanidad. El hombre
necesita la Salvación de Dios,
necesita a Jesucristo.
l María, en el silencio, es sorprendida
por Dios que se fija en ella y le
encarga una misión
lDios cuenta con María, como ha
contado con muchas personas en la
Historia.
l La llamada de Dios, su presencia
desconcierta,…
lAnte la llamada de Dios pensamos
en nuestra limitación: No conozco
va rón…
l Su llamada supera nuestro entendimiento:
unaVirgen concebirá
l Su llamada dirige nuestra mirada a
“testigos de la fe”. Su prima Isabel
es testigo de que para Dios no hay
nada imposible. Pensar qué testigos
de la fe hay en la vida de los jóvenes
o proponerles alguno de
renombre o significativo para ellos.
l María, mujer que responde desde
la humildad:Hamirado la humillación
de su sierva. Derriba del trono
a los poderosos y enaltece a los
humildes.
l Pa ra responder a Dios hay que
conocerle, Él elige lo débil, lo que
no cuenta para mostrar su gra ndeza
al mundo.
Escuchamos un canto: “Por qué
tengo miedo, si nada es imposible
para ti”. (Hermana Glenda)


Preces


– Te pedimos, Señor, por nuestro
mundo. Por las necesidades de todos los
hombres. Por los más desfavorecidos.
– Te pedimos, Señor, por la Iglesia,
llamada a anunciar y realizar el
E vangelio en medio del mundo.
–Te pedimos, Señor, por los sacerdotes
y seminaristas, por el seminario
de nuestra diócesis.
– Te pedimos por los misioneros y
misioneras, por aquellos que abren
caminos nuevos al Evangelio.
– Te pedimos por los religiosos y
religiosas, de vida activa o contemp
lativa, para que sigan alimentando el
c o razón de la Iglesia con su oración y
testimonio.
– Te pedimos, Señor, por nosotros
los jóvenes, que seamos valientes y
respondamos con la entrega de nuest
ra vida a tu llamada.


4ª PARTE: ¡HÁGASE
EN MÍ!


Canto: MARÍA DIJO SÍ
Se ilumina el icono o la imagen de
María, mientras se entona el canto
“María dijo sí”.
Testimonio Vocacional: Un seminarista
de la diócesis da su testimonio
de respuesta generosa a Dios.
I nvita a poner cada uno su nombre
en el texto de la Anunciación. Hoy
es posible seguir respondiendo a la
llamada de Dios “con la entrega
generosa de la propia vida”(Juan
Pablo II, Vigilia 3 de mayo de 2003,
Madrid).
Oramos todos juntos
Señor, quiero responder a tu llamada,
quiero responder a tu voluntad.
Hazme descubrir, en el camino
de mi vida, cuál es el camino que
tienes pensado para mí.
Dame oídos atentos a las necesidades
de los hombres que me
rodean.
Dame un corazón generoso.
Dame valentía para decirte “sí”.
Dame tu gracia para que no sea mi
p r oyecto sino tu proyecto en mí.
Juntos cambiaremos el mundo.
Quiero responder como María.
Quiero decir “sí” a tu invitación.
Quiero dejarlo todo para estar
siempre contigo.
Dame confianza en ti. Que sea
capaz de fiarme de tu palabra .
Quiero decir “sí” a tu llamada.
Pongo en tus manos mi futuro y
mi presente. Sé tu mi camino,mi ve rdad,
mi vida. Quiero decirte “sí”.
Hágase en mí según tu palabra.
Si se ha expuesto el Santísimo se
hace la re s e rva mientras se canta :
PESCADOR DE HOMBRES
Si no ha habido Exposición, u n
sacerdote o diácono da la Bendición
final según el modo habitual.
MODELO DE MARÍA COMO
RESPUESTA CREYENTE A LA LLAMADA
DE DIOS.


V IG IL IA V O C A C IO N A L
Comisión Epi scopalde Seminarios y Un ivers idades
C O N F E R